El jardín como espacio de bienestar
Cuando diseñamos un espacio verde pensando en las personas mayores o con diversidad funcional es necesario tener presentes cuatro objetivos fundamentales, porque el jardín es un lugar que va a contribuir a:
- Fomentar la actividad física
- desarrollar habilidades sociales
- Mantener un buen estado mental
- Alcanzar un bienestar emocional
Estos objetivos se pueden definir en zonas determinadas y, según el espacio que tengamos, podremos diseñarlas por separado. Sin embargo, lo más habitual es que dispongamos de un lugar reducido. En ese caso, se tendrán que crear zonas que engloben actividades diversas y con varios de los objetivos citados.
Teniendo en cuenta esta zonificación, es el momento de realizar el análisis del espacio a diseñar.
El primer paso es observar y tener en cuenta los diferentes elementos existentes e intentar integrarlos, si es posible, en nuestro futuro jardín. Así, si en el espacio a intervenir hay un árbol desarrollado, se podrá plantear la zona social junto a él, lo que permitirá crear un espacio de encuentro que en verano contará con una sombra muy agradable.
Si por el contrario, el jardín a diseñar se encuentra cerca de una carretera muy transitada, será imprescindible idear un aislamiento mediante setos vivos con características definidas que absorban y reduzcan la contaminación acústica.
Este estudio previo, sentarnos un rato a observar el espacio, es fundamental. No sólo permite identificar elementos fijos, sino que también se podrán analizar los ecosistemas existentes, identificando la flora y la fauna de interés, como pájaros, mariposas… que están asociados al espacio.
Diseñar teniendo en cuenta el espacio
Una vez recogida toda la información, es el momento de zonificar el espacio según el diagrama anterior, aprovechando siempre sus características.
En el caso de la zona mental lo ideal sería poder crear dos zonas diferenciadas:
- Una en un espacio abierto y con vistas (si es elevado mejor). Esta zona ofrecerá a la persona que la disfrute sensación de libertad
- Otra zona más íntima que aporte sensación de seguridad y protección. Este espacio se puede diseñar como zonas mixtas de árboles y arbustos, creando un lugar recogido donde se pueden incluir bebederos o comederos de pájaros.
La zona física servirá para mejorar la movilidad de las personas a través de actividades como yoga, tai-chi, gimnasia adaptada, caminar… Se puede diseñar incluyendo una pradera verde que permita realizar los ejercicios de bajo impacto, incluso posibilitando descalzarse y sentir la hierba bajo los pies. Además se puede instalar un circuito en terrazo, perimetrado con una barandilla que permita el apoyo de las personas con poca movilidad.
La zona sensorial servirá para despertar los sentidos del tacto, olfato, gusto y vista mediante la creación de zonas de aromáticas. Esto se consigue mediante el uso de arbustos de diferentes texturas y colores, caminos con diversas texturas, colocación de fuentes o estanques, etc.
Para desarrollar el gusto siempre podremos tener unas fresas o arbustos de baya de fácil cuidado, además de plantas condimentarias como son el perejil, el tomillo, o incluso recuperar el valor de las plantas adventicias como son los dientes de león.
El encuentro como terapia
La zona social servirá para fomentar el encuentro, reducir la soledad y ofrecer un espacio agradable para el intercambio de experiencias y saberes. Será una zona protegida de ruidos externos, con sombra y mobiliario adaptado que facilite la autonomía de las personas a la hora de levantarse y sentarse.
En este tipo de espacios es interesante que haya servicios y agua potable, eso permite una estancia más larga, lo que posibilita realizar diversas actividades para desarrollar la psicomotricidad fina como pueden ser las manualidades.
Un huerto ecológico es indispensable
Y como valor fundamental por todos los beneficios que aporta en los distintos niveles deberíamos incluir un espacio de huerto ecológico instalado tanto en suelo como en altura para adaptarse a todas las necesidades de movilidad.
Este espacio hortícola ayuda a mantener las capacidades motoras de los usuarios tanto a nivel fino, como cuando se preparan semilleros, como a nivel de motricidad gruesa, al cavar, rastrillar… Además, se pueden realizar talleres de memoria con las diferentes plantas y procesos.
Un huerto es un lugar donde la dedicación tiene una recompensa y esto provoca en las personas mayores la sensación de seguir siendo útiles, algo muy importante para el bienestar emocional.
Por último, esta zona permite el intercambio de recuerdos y conocimientos creando vínculos emocionales entre los participantes y reduciendo las posibles soledades no deseadas.