«No hay tierra para poner un huerto, sólo hay cemento», esto es lo primero que nos contó el AMPA del colegio.

No pasa nada siempre hay solución, fue nuestra respuesta.

Montamos unos cajones grandes de madera tratada, los rellenamos de fibra de coco y humus y les pusimos el riego automático.

Ese mismo día, los alumnos de 4º y 5º recibieron un taller de siembra y plantación y así empezó el huerto del colegio.