Terapia a través del jardín I: Plantas que estimulan el tacto

En los jardines terapéuticos siempre se trabaja con las personas usuarias para conseguir un objetivo.

Los beneficios de este tipo de intervención son múltiples, entre ellos podemos destacar la mejora de la atención, la mejora de la psicomotricidad y la reducción de la ansiedad.

En el caso de que busquemos una estimulación sensorial a través del tacto es interesante trabajar con diferentes plantas que nos aporten texturas variadas. A continuación os compartimos un pequeño listado de plantas que os pueden servir para ello.

Grevillea lanigera “Mount Tamboritha

La Grevillea lanigera tiene porte arbustivo, con ramas que se desarrollan creando arcos del centro hacia fuera. La disposición tridimensional de sus hojas, de textura firme y gomosa, resulta muy interesante para ser trabajada con el tacto. Es una planta que tolera el recorte ocasional y por lo tanto podemos trabajar con ella durante sesiones de uno o varios días, ya que el recorte conservará su forma varios días antes de marchitarse y perder firmeza.

Hebe x andersonii

El Hebe x andersonii es una planta muy llamativa con hojas de color verde o variadas. Además, sus hojas crecen a lo largo del tallo opuestas unas a otras y genera un efecto visual helicoidal muy curioso. La textura de sus hojas es resbaladiza  y recuerda al plástico, son hojas gruesas y duras.

Heuchera hybrida “Terra Nova”

La Heuchera hybrida puede presentarse en multitud de formas, texturas y colores. La Heuchera hybrid ‘Terra nova’ en concreto, presenta una textura ligeramente áspera, el borde y el envés de la hoja, así como el peciolo, presentan diminutos y rígidos pelitos que le dan esta textura estropajosa.

Además, la hoja es fina y da la sensación de estar hecha de papel, ya que al apretarla cruje como una hoja seca. Esto nos puede servir para utilizarla como recurso sensorial tanto para estimular el tacto como el sentido del oído. También es muy interesante a nivel visual ya que el haz de la hoja presenta tonos grises y plateados, mientras que la nervadura y el envés presentan una coloración morada muy interesante a nivel estético y ornamental.

Phlomis fruticosa

La Phlomis fructicosa, también llamada “oreja de liebre” por la suavidad y textura aterciopelada de sus hojas también puede ser una planta muy interesante para estimular el tacto en el jardín terapeútico. Es una planta perenne que conserva la suavidad de sus hojas todo el año.

Dryopteris erythrosora

Los helechos son un buen recurso para estimular el sentido del tacto ya que distintas especies presentan distintas texturas, formas y portes. Algunas son aterciopeldas, otras son más correosas y la mayoría presentan en el envés esporáculos de textura granular que permite que se reproduzcan asexualmente. Por ello, tener un rincón sombreado con un pequeño surtido de distintas especies de helechos nos proporciona un contexto genial para trabajar tanto el sentido visual como el  táctil.

Esperamos que esta información os ayude para lograr la estimulación sensorial a través de la naturaleza con los diferentes colectivos que puedan necesitarlo. Os recordamos que no son plantas comestibles, por lo que es importante valorar su uso con personas con mayor afectación cognitiva.